5 de septiembre del 2017
Muy queridas amigas y amigos en
Colombia
Como lo prometido es deuda, me
estoy reportando después de un mes de haber regresado a Bangladesh para
compartirles algunas experiencias.
Primero, del viaje les cuento que
fue mejor de lo esperado: sin ningún contratiempo y con mucha comodidad.
También respecto a mi familia, y gracias a Dios, debo decir que la despedida
fue màs serena que la primera vez. Llegando a Bangladesh me alegró el poder
reencontrarme con el padre Danilo, que me esperaba en el aeropuerto y junto con
él, pude participar después en la ordenación sacerdotal de un joven del
Bangladesh que irá en misión a un país del África. Como ven, la Iglesia aquí a
pesar de ser pequeña en numero, es grande y generosa en cuanto a su compromiso
misionero.
Como segundo, les cuento que
encontré que nuestro equipo de misioneros se haya en un periodo difícil en
cuanto a la salud. Algunos han regresado a Italia por enfermedad, otros están
aquí pero en tratamientos y, los demàs trabajando pero con mayor presión
cubriendo diversas responsabilidades. Yo he sido destinado para trabajar en una
Misiòn (Parroquia) llamada Gultha, pero antes de viajar allà me han pedido de
estar en otra parroquia mientras regresa el párroco, quien está en Italia para
tratamiento médico. Les pido por eso oración por cada uno de los padres de
nuestro equipo misionero del PIME en Bangladesh. Muchos de ellos han estado
aquí la mayor parte de sus vidas, sirviendo con dedicación y amor a estas
gentes. Ahora están adultos y enfermos. Oremos para que, aunque la fuerza de
sus cuerpos se debilite, su fe y ardor misionero no se apaguen nunca.
En tercer lugar, les comparto
también que este año las inundaciones han sido supremamente graves, como
consecuencia ha habido alrededor de cien muertos y miles de damnificados. Al
sufrimiento y limitaciones rutinarios se ha sumado este otro problema. Les pido
oración y generosidad también a nivel económico. Son muchas las personas que
acuden para pedirme ayuda. Y aunque no considero que brindar ayuda económica sea
mi tarea principal aquí, sé que debo ayudar a todos los que pueda y con los
pocos recursos que tengo ¡Ayúdenme ustedes a ayudar!
Finalmente, estos dìas ha tenido
lugar la celebración de una de las fiestas principales del calendario musulman:
se llama “Id al Asja”, que por la alegría que genera entre ellos es comparado a
la Navidad cristiana. No hay regalos, juguetes, luces, juegos o cantos de niños
como en Navidad, pero si el reencuentro con la familia alrededor del sacrificio
de una Res o Cabra a Allah, que se hace en recuerdo del sacrificio de Abraham.
Ojala esos sentimientos de amor familiar también perduren entre nosotros.
A todas las bendigo de corazón
deseándoles que la visita del Papa Francisco sea una ocasiòn para renovar su fe
y su compromiso como creyentes en Cristo y miembros vivos de su Iglesia. Un
abrazo y hasta pronto.
Con afecto de hermano, hijo y amigo
Pbro. Belisario Ciro Montoya
Carta dirigida al grupo Edad Dorada de la Floresta, Medellín en Septiembre de 2017