Aunque
ciertamente en la lengua bengali existe la palabra “gracias” (Dhonnobad) en Bangladés
no es muy usada por la gente. Existen otras expresiones o gestos de gratitud
que la suplen, pero desafortunadamente a veces son demasiado sutiles o
imperceptibles. A los niños de los orfanatos de nuestra parroquia en
Chandpukur Mission les insistimos frecuentemente y les enseñamos la importancia
del uso de esta y semejantes palabras.
Pero vamos al grano.
En una fresca mañana de marzo,
a eso de las 5.30 am alguien toca a mi puerta. Era Ridoy (corazón) un niño de
siete años, huérfano de padre y cuya madre trabaja en Jordania como ama de casa
para ayudar a su familia en Bangladesh. Con los pantalones de domingo pero sin
camisa me dice: “padre, hoy no puedo ir a Misa”. Y me explica que ha lavado su
ropa y está mojada y que por eso no puede ir a la Iglesia. Inmediatamente llamo
a Prodip, un niño de su edad quien le presta una camiseta suya, y le prometo
que en la tarde le obsequiaré una nueva.
Danos Señor
un corazón agradecido como el de Ridoy, danos la gracia de reconocer cada día
cuán bendecidos somos. Amén