Sobre este Blog

He decidido finalmente hacer públicos mis Apuntes de Misión. Son experiencias de vida que me han marcado y que intento presentar resumidamente para hacer más ágil y amena su lectura.


SOBRE EL AUTOR
El presbítero Belisario Ciro Montoya, pertenece a la Diócesis de Sonsón Rionegro en Colombia y, asociado al PIME (Pontificio instituto de misiones extranjeras), desempeña su ministerio en Bangladesh. Ordenado diácono el 24 de junio del 2011, es sacerdote desde el 29 de octubre del mismo año.

Che bella proposta!

Al nostro orfanotrofio per ragazzi e ragazze di Chandpukur Mission attualmente possiamo offrire solo una porzione di carne ogni settimana, domenica a pranzo. Ogni giorno i nostri quasi 300 ragazzi e ragazze consumano circa 120 chili di riso, con alcune verdure e soprattutto le lenticchie. Tuttavia, a parte un uovo caldo ogni giovedì e occasionalmente pesce (quando un benefattore ci offre qualcosa in più) solo la domenica hanno regolarmente accesso a questa fonte di proteine.

Qualche giorno fa i miei piccoli mi hanno chiamato per un incontro dove, mi hanno detto, volevano farmi una proposta. Ho pensato che sarebbe stato qualcosa circa il picnic, per il quale stanno aspettando da molto tempo. Comunque no.

La loro proposta mi ha lasciato senza parole. Mi hanno chiesto di smettere di comprare carne per loro la domenica e, invece, di risparmiare i soldi per fare un atto di beneficenza a un povero durante la Quaresima.

Sono rimasto sbalordito e sopraffatto dal loro gesto di generosità e amore, e messo in imbarazzo per la mia propria meschinità.

È la magnanimità e la nobiltà dei più piccoli, è l'offerta della vedova povera che Gesù stesso loda: perché non ha dato ciò che era rimasto ma l'unica cosa che aveva per vivere.

Breeds

At our Chandpukur Mission boys and girls orphanage we currently only give one serving of meat each week, Sunday at lunch. Every day our almost 300 girls and boys consume around 120 kilos of rice, with some vegetables and especially lentils. However, apart from a soft-boiled egg on Thursdays and occasionally fish (when a benefactor offers us something extra) only on Sundays do they regularly have access to this source of protein.
A few days ago my little ones called me for a meeting where, they told me, they wanted to make me a proposal. I thought it would be about the picnic, for which they have been waiting for a long time. However not.
Their proposal left me speechless. They asked me to stop buying meat for them on Sundays and, instead, to save the money to do a charity to a poor person during Lent.
I was stunned and overwhelmed by their act of generosity and love, and embarrassed  for my own pettiness.
It is the magnanimity and nobility of the little ones, it is the offering of the poor widow that Jesus himself praises: because she did not give what was left over but the only thing she had to live on.

¡Vaya propuesta!

En nuestro orfanato para niños y niñas de Chandpukur Mission actualmente solo podemos dar una porción de carne cada semana, los domingos al almuerzo. Cada día nuestros casi 300 niñas y niños consumen alrededor de 120 kilos de arroz, con algún vegetal y sobre todo lentejas. Sin embargo, a parte de un huevo tibio los jueves y de vez en cuando el pescado (cuando algún benefactor nos ofrenda algo) solo los domingos tienen acceso regularmente a esta fuente de proteína.
Hace pocos días nuestros pequeños me llamaron para una reunión donde, según me dijeron, me querían hacer una propuesta. Pensé que se trataría del picnic, por el cual llevan esperando ya largo tiempo. Sin embargo no.
Su propuesta me dejo boquiabierto. Me han pedido que deje de comprar carne para ellos los domingos y, en cambio, que guarde el dinero para con ello hacer una obra de caridad a una persona pobre durante esta Cuaresma.
Me sentí atónito y sobrecogido por su acto de generosidad y amor, y avergonzado por mi propia mezquindad.
Es la magnanimidad y nobleza de los pequeños, es la ofrenda de la viuda pobre que Jesús mismo alaba: porque no dio de lo que le sobraba sino lo único que tenía para vivir.





Meditación sobre la Cruz

 


 "Como la serpiente fue elevada en el desierto, así el Hijo del hombre será elevado sobre la tierra para atraer a todos hacía si". El medio de castigo se convierte misteriosamente en la tabla de salvación para los israelitas. Dios envia serpientes venenosas para castigar el pecado de los israelitas, pero Él mismo ordena a Moises hacer una serpiente de bronce y ponerla sobre un estandarte para que quienes han sido mordidos por las serpientes, mirando a la serpiente de bronce, queden curados. 

Siempre me ha fascinado esta didactica de la Biblia, esta pedagogía divina. Por el pecado de uno entro la muerte en el mundo, pero también por la muerte de uno sólo, tenemos ahora entrada nuevamente en la vida. El castigo que nos hizo miserables, se transforma en el medio de acceso a la recompensa definitiva. La cruz que era signo de oprobio y castigo, es ahora signo de victoria y salvación. Qué misterioso pero a la vez maravilloso es el modo de actuar de nuestro Dios.

En una escala personal también sucede algo análogo. Nuestras cruces, penas, problemas personales, se transforman con el tiempo y con una mirada de fe, en oportunidades, en bendición, en enseñanzas, en crecimiento. 

En Cuaresma acojamos la invitación de la Palabra a hacer el camino de Jesús: "vamos con Él a Jerusalen para morir con Él". Solo así tendremos nueva vida. Sin muerte no hay resurrección. Abracemos nuestra cruz para que como Él, podamos ser abrazados por la Gloria de Dios.